jueves, 20 de enero de 2011
La trágica contrapartida del narcisismo que muere de contento y gozo en la admirada descripción que uno puede hacer de sí mismo, consiste en despertar de ese sueño y verse uno a sí mismo desde fuera como nos ven los otros, los extraños y lejanos, y el modo que tienen de describirnos. Este video complementa el anterior como un documento que nos advierte sobre la posibilidad de que cualquier intento de persistir en lo retro, o quedarse en ello actualizándolo como si fuese la esencia de nuestro ser, puede no ser más que un gusto friki por lo kitsch. La hilarante confusión conceptual que el vídeo muestra sobre lo que somos en forma de imagen y sonido, no es nada comparada con el sabor de la paella que tan simpáticamente nos enseña a confeccionar.
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